El exdirector financiero del Cuerpo Especializado de Seguridad Turísticas (Cestur), Raúl Alejandro Girón Jiménez, reveló el entramado que existía tanto en esa entidad como en el Cuerpo de Seguridad Presidencial, entidades en las que aseguró manejaban millones de pesos fuera de nómina.
Detalló cómo operaba la trama y a quién iban esos recursos, señalando explícitamente al coronel Rafael Núñez de Aza, a quien él personalmente le entregaba dinero líquido en su residencia, principalmente en horas de la noche, “porque era más seguro”.
Admitió su participación en la trama, tras asegurar que solo recibía órdenes, porque en esto de la milicia “cuando a usted le dicen roba, robe, mata, mate”. Dijo que no iba a mentir más y que diría toda la verdad.
“Necesito hacerle un recuento histórico, para que usted honorable magistrada, pueda comprender la magnitud de ciertos hechos, que quizás han quedado a media, y que solo yo puedo esclarecer”, comenzó Girón Jiménez sus argumentos ante la jueza responsable de conocer la medida de coerción a los acusados en el caso Coral.
Dijo que el coronel de Aza lo mandó a borrar de su celular las conversaciones de los últimos años que ellos habían sostenido, lo que dijo no hizo, y que en cambio fue incautada en los allanamientos que le realizara el ministerio público, que ya tiene en su poder las pruebas de todo lo que ocurría.
“En los allanamientos que el MP ha realizado en mi casa ya tiene las evidencias, afortunadamente ya el MP las tiene”, dijo.
Dijo que cuando de Aza conoce a Adán Cáceres ya era multimillonario, detallando cómo logró hacer fortuna.
