En un momento de creciente aislamiento internacional y presiones internas, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reúne este lunes con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca. La cita, considerada una de las más críticas entre ambos líderes, podría marcar un punto de inflexión en la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.
Contexto delicado para Netanyahu
La reunión llega días después de un desafiante discurso de Netanyahu ante la ONU, donde rechazó llamados a un alto el fuego. Mientras tanto, la presión internacional se intensifica: más de 28 países aliados de Occidente han exigido el fin de la ofensiva militar israelí, que ha dejado más de 66.000 palestinos muertos y provocado una crisis humanitaria sin precedentes, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, validados por la ONU.
En casa, el premier israelí enfrenta una coalición gubernamental frágil y un creciente descontento por el costo político y humano del conflicto.
La posición de Trump: ¿respaldo o presión?
Aunque Trump ha sido un firme aliado de Netanyahu, incluso apoyándolo durante su juicio por corrupción y en acciones militares contra Irán, su tono ha empezado a cambiar. El presidente ha insinuado impaciencia ante la prolongación del conflicto y ha manifestado su oposición a una posible anexión de Cisjordania, promovida por aliados ultraderechistas del gobierno israelí.
Trump alimentó expectativas al declarar que EE.UU. está “muy cerca de un acuerdo sobre Gaza” y propuso un plan de 21 puntos que incluye:
- Alto el fuego inmediato
- Liberación de rehenes en 48 horas
- Retiro gradual de las fuerzas israelíes
- Desarme y fin del gobierno de Hamás
- Fuerza internacional de seguridad en Gaza
- Gestión civil a cargo de tecnócratas palestinos, con una eventual transición a una Autoridad Palestina reformada
El plan no contempla la expulsión de palestinos de Gaza, una idea que Trump pareció respaldar anteriormente.
Riesgo político para Netanyahu
Expertos advierten que ceder ante Trump y aceptar el alto el fuego podría costarle a Netanyahu el apoyo de su coalición, que insiste en continuar la guerra hasta la destrucción total de Hamás. Algunos analistas, como Eytan Gilboa y Oded Ailam, sugieren que el primer ministro podría intentar negociar «líneas rojas», como el derecho de Israel a actuar militarmente si Hamás retoma el poder.
Israel, más solo que nunca
En la ONU, múltiples países condenaron la respuesta militar israelí tras el ataque de Hamás en octubre de 2023, que dejó 1.200 israelíes muertos. Aunque el horror inicial por el atentado fue compartido, la devastación causada en Gaza ha llevado a acusaciones de genocidio contra Israel por parte de gobiernos árabes, ONGs, expertos de la ONU y académicos especializados.
Incluso países tradicionalmente aliados como Reino Unido, Francia, Canadá y Australia han reconocido el Estado palestino en un intento por reactivar el estancado proceso de paz.
Escepticismo frente al optimismo de Trump
A pesar del tono optimista de Trump, veteranos negociadores como Aaron David Miller advierten que persisten demasiados obstáculos para pensar que el conflicto esté cerca de resolverse.
“Cuanto más se alardea sobre cómo estamos en las etapas finales, más escéptico me vuelvo”, afirmó.




