Los restos de monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez, obispo emérito de la Diócesis de Barahona, son velados este jueves en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, tras ser trasladados desde Santiago, donde falleció pasadas las 11:00 de la mañana.
El féretro fue recibido en la sede del obispado por una comisión de sacerdotes y cientos de feligreses, quienes, en medio de expresiones de dolor, aguardaron su llegada en la parte frontal del templo. Posteriormente, y con los honores correspondientes a su investidura, se realizó un desfile militar y policial que acompañó el traslado hacia la catedral, donde es expuesto en capilla ardiente.
Autoridades eclesiásticas informaron que los actos fúnebres continuarán durante la noche y que este viernes sus restos serán sepultados en la cripta de la Catedral Nuestra Señora del Rosario, donde descansarán de manera permanente.
Sobre la vida del obispo emérito Felipe Núñez
Rafael Leónidas Felipe Núñez nació el 12 de septiembre de 1938 en Villa Tapia, provincia Hermanas Mirabal. Hijo de Rafael Honorio Felipe y Celina Núñez de Felipe, creció junto a sus hermanos en un hogar donde desde temprano mostró inclinación por la vida religiosa.
En 1952 ingresó al Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, donde inició su formación en filosofía y teología. A lo largo de su servicio pastoral desempeñó diversos roles como vicario parroquial, párroco, formador y rector del seminario menor San Pío X, además de director nacional de las Obras Misionales Pontificias.
También fue vicario general y animador vocacional, destacándose por su entrega a la formación sacerdotal y su cercanía con las comunidades.
El 7 de diciembre de 1999, el papa Juan Pablo II lo designó segundo obispo de la Diócesis de Barahona, cargo en el que sucedió a monseñor Fabio Mamerto Rivas Santos y en el que sirvió durante 15 años.
