La crisis dominico-haitiana, que tiene como centro de discusión la construcción de un canal de trasvase del río Masacre entre las ciudades de Juana Méndez, del lado de Haití, y Dajabón, en la República Dominicana, continúa intensificándose.
Los esfuerzos de sendas delegaciones de ambos gobiernos fracasaron este jueves en un segundo intento por alcanzar un acuerdo.
El Gobierno dominicano asegura que la construcción del canal de manera unilateral por parte de Haití viola el Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, y además podría producir daños ecológicos irreversibles en la zona.
La construcción del canal podría afectar el caudal del río Dajabón en la zona baja, perjudicando unas 14 mil tareas de terreno cultivable en territorio dominicano.
Según un documento de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, también causaría daños a unas 10 mil tareas en territorio haitiano que benefician a 266 agricultores dominicanos y 125 agricultores haitianos de ambos lados de la frontera.
Daños al ecosistema de RD
Las autoridades dominicanas precisaron que la obra podría causar un daño ecológico al vital ecosistema lacustre de agua dulce de Laguna Saladilla. Uno de los humedales más importantes en República Dominicana.
El informe explica que la construcción del canal, viola el principio de uso equitativo de las aguas transfronterizas. Además del principio de precaución ambiental y el equilibrio de intereses, por su carácter unilateral.
La Cancillería Dominicana informo que concluyó la segunda reunión de la Comisión Hídrica Bilateral sobre la construcción del canal en río Masacre, sin una definición.
La posición del Gobierno dominicano es que Haití debe detener la construcción del canal y dar paso a un diálogo. De manera que se permita la utilización de los recursos hidricos para beneficio de los dos países.