El Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional ordenó este lunes la apertura a juicio contra Freddy Núñez Jorge y Aníbal Evaristo Ozoria Rodríguez, presidente y tesorero de la Federación Dominicana de Pentatlón Moderno (Fedopem), respectivamente, acusados de desviar supuestamente más de 60 millones de pesos de fondos públicos destinados a esa entidad deportiva.
La jueza Yanibet Rivas adoptó la decisión tras acoger las pruebas presentadas por el Ministerio Público, que imputa a los acusados por presuntos delitos de estafa contra el Estado, asociación de malhechores, desfalco y lavado de activos.
De acuerdo con la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), el supuesto desfalco se extendió desde 2011 hasta 2023, año en que el Ministerio de Deportes suspendió a ambos directivos. El titular de Pepca, Wilson Camacho, calificó el caso como un precedente en la lucha contra la corrupción en el deporte nacional.
“El deporte es un área sagrada que debemos librar de toda corrupción”, expresó Camacho, subrayando la importancia del proceso como ejemplo para futuras investigaciones similares.
Durante la etapa investigativa, las autoridades realizaron allanamientos en el Distrito Nacional, la provincia María Trinidad Sánchez y en las oficinas de Fedopem, ubicadas en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, con el objetivo de recolectar evidencias clave.
Tras la detención de los implicados, se registraron protestas frente al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva por parte de comunitarios de María Trinidad Sánchez, quienes reclamaron la libertad de Ozoria Rodríguez, a quien describieron como un hombre honesto y ajeno a los hechos.
En cuanto a las medidas de coerción, el tribunal impuso a Freddy Núñez Jorge una garantía económica de RD$1,200,000 mediante aseguradora, presentación periódica y prohibición de salida del país. A Aníbal Ozoria Rodríguez se le asignó una garantía económica de RD$300,000, también con impedimento de salida y presentación periódica.
El abogado de Núñez Jorge, José Fis, insistió en la inocencia de su cliente, alegando que debió ser considerado una víctima del caso y no un imputado.