La ciencia sigue demostrando lo peligroso para la salud de fumar Marihuana. Estudios previos indicaron que las tasas de consumo diario o casi diario de cannabis, trastorno por consumo de cannabis y nuevos diagnósticos de esquizofrenia son más altas entre los hombres que entre las mujeres, y que el consumo temprano y frecuente de cannabis se asocia con un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia.
Sin embargo, pocos estudios han examinado las diferencias en la relación entre el trastorno por consumo de cannabis y la esquizofrenia en diferentes grupos de sexo y edad a nivel de población. Ahora, según un nuevo estudio, los hombres jóvenes que fuman marihuana regularmente pueden tener un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia.
Los casos de esquizofrenia en hombres de 21 a 30 años podrían haberse prevenido hasta en un 30 % sin el uso persistente de marihuana, conocido médicamente como “trastorno por consumo de cannabis” (CUD), según los hallazgos publicados en la revista Psychological Medicine. De la investigación participaron investigadores de los Servicios de Salud Mental en la Región Capital de Dinamarca y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) en los Institutos Nacionales de Salud.
“Este estudio se suma a nuestra creciente comprensión de que el consumo de cannabis no es inofensivo y que los riesgos no se fijan en un momento dado”, dijo uno de los expertos
El NIDA es un componente de los Institutos Nacionales de Salud, Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. y apoya la mayor parte de la investigación mundial sobre los aspectos de salud del uso de drogas y la adicción.
“Los aumentos en la legalización del cannabis en las últimas décadas lo han convertido en una de las sustancias psicoactivas más utilizadas en el mundo, al mismo tiempo que disminuyen la percepción pública de su daño. Este estudio se suma a nuestra creciente comprensión de que el consumo de cannabis no es inofensivo y que los riesgos no se fijan en un momento dado”, dijo Carsten Hjorthøj, autor principal del estudio y profesor asociado de los Servicios de Salud Mental en la Región Capital de Dinamarca y en la Universidad de Copenhague.
El estudio, basado en datos de casi 6 millones de personas en Dinamarca de 16 a 49 años, concluyó que el 15 % de los casos de esquizofrenia en hombres pueden prevenirse si se evita el trastorno por consumo de cannabis.
“Aunque el trastorno por consumo de cannabis no es responsable de la mayoría de los casos de esquizofrenia en Dinamarca, parece contribuir a una proporción no despreciable y en constante aumento durante las últimas cinco décadas”, expresaron los investigadores.
El estudio por dentro
El estudio, analizó datos detallados de registros de salud que abarcan 5 décadas para estimar la fracción de casos de esquizofrenia que podrían atribuirse al trastorno por consumo de cannabis a nivel de población.
Hay mucha preocupación en el ambiente psiquiátrico por la masividad del uso de cannabis. En la actualidad, las cepas de cannabis tienen una altísima concentración de alcaloides, muy superior a la que tenían décadas atrás
Los investigadores encontraron pruebas sólidas de una asociación entre el trastorno por consumo de cannabis y la esquizofrenia entre hombres y mujeres, aunque la asociación fue mucho más fuerte entre los hombres jóvenes.
Los trastorno por consumo de cannabis y la esquizofrenia son trastornos mentales graves, pero tratables. Ambos pueden afectar profundamente la vida de las personas. La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta.
Puede parecer que las personas con esquizofrenia han perdido el contacto con la realidad, y los síntomas de la esquizofrenia pueden dificultar la participación en las actividades cotidianas habituales. Sin embargo, existen tratamientos efectivos tanto para el trastorno por consumo de cannabis como para la esquizofrenia.
“El enredo de los trastornos por uso de sustancias y las enfermedades mentales es un problema importante de salud pública, que requiere acción urgente y apoyo para las personas que lo necesitan”, dijo la directora del NIDA y coautora del estudio, Nora Volkow. “Es crucial que también ampliemos la prevención, la detección y el tratamiento para las personas que pueden experimentar enfermedades mentales asociadas con el consumo de cannabis. Los hallazgos de este estudio son un paso en esa dirección y pueden ayudar a informar las decisiones que los proveedores de atención médica pueden tomar al atender a los pacientes, así como las decisiones que las personas pueden tomar sobre su propio consumo de cannabis”, agregó.
Para abordar esta brecha en la investigación, los investigadores analizaron datos de registros de salud nacionales en Dinamarca, que incluían datos de registros de salud de más de 6,9 millones de personas que tenían entre 16 y 49 años en algún momento entre 1972 y 2021.
Aunque hay muchos factores de riesgo asociados con la esquizofrenia, en este estudio, los investigadores intentaron estimar la proporción de todos los casos de esquizofrenia que pueden atribuirse específicamente al trastorno por consumo de cannabis, entre sexos y grupos de edad a nivel de población.
El equipo de estudio estimó que el 15 % de los casos de esquizofrenia entre hombres de 16 a 49 años podrían haberse evitado en 2021 al prevenir el trastorno por consumo de cannabis, en contraste con el 4 % entre mujeres de 16 a 49 años. Para los hombres jóvenes de 21 a 30 años, estimaron que la proporción de casos prevenibles de esquizofrenia relacionados con el trastorno por consumo de cannabis puede llegar al 30%. Los autores enfatizan que el trastorno por consumo de cannabis parece ser un importante factor de riesgo modificable para la esquizofrenia a nivel de la población, particularmente entre los hombres jóvenes.
“Este estudio también se suma a la evidencia existente lo que sugiere que la proporción de nuevos casos de esquizofrenia que pueden atribuirse al trastorno por consumo de cannabis ha aumentado constantemente durante las últimas cinco décadas. Los autores señalan que este aumento probablemente esté relacionado con la mayor potencia del cannabis y el aumento de la prevalencia del trastorno por consumo de cannabis diagnosticado a lo largo del tiempo”, detallaron desde los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Consumir marihuana en la adolescencia y juventud provoca un daño cerebral irrecuperable, según varios estudios
Los autores señalaron que se necesita más investigación para examinar las posibles diferencias en la potencia y la frecuencia del consumo de cannabis entre hombres y mujeres jóvenes, y para examinar los mecanismos subyacentes a la mayor vulnerabilidad de los hombres jóvenes a los efectos del cannabis en la esquizofrenia
Según los Centros para el Control de Enfermedades, se estima que 3 de cada 10 usuarios de marihuana tienen trastorno por consumo de cannabis. Este nuevo estudio señala que los niveles de THC aumentaron del 13 % en 2006 al 30 % en 2016 en Dinamarca.
Otros estudios sugieren que los niveles de THC han aumentado más de un 200 % entre 1995 y 2015.
La potencia de THC en los productos de cannabis era típicamente inferior al 2% antes de la década de 1980, pero la potencia actual en los aceites y comestibles de uso común alcanza más del 95%.
Más voces de la ciencia
La doctora Yasmin Hurd, neurocientífica de primer nivel en Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, advirtió a mediadosa del año pasado, que muchos consumidores más jóvenes podrían estar subestimando los posibles efectos a largo plazo de la droga.
Los cannabinoides en el tetrahidrocannabinol, o THC, como se le conoce a menudo, el químico en la droga que causa el subidón, interactúa con los endocannabinoides en el cerebro (Gettyimages)
“El cannabis contiene más de 500 sustancias químicas, incluidos más de 140 cannabinoides que tienen un mayor o menor grado de actividad psicofarmacológica”, explicó Hurd en una conferencia de neurociencia de Harvard.
Hurd hizo hincapié en que el “subidón” producido por la droga altera la química cerebral de una persona e incluso podría ponerlos en riesgo de desarrollar problemas psiquiátricos graves en el futuro.
“Si fuera benigno, nadie lo usaría”, señaló Hurd, y explicó que la prevalencia de la droga demuestra que tiene algún tipo de efecto en la química del cerebro de una persona. Alrededor del 30 por ciento de las personas que usan la droga regularmente también tienen un trastorno psiquiátrico.
La experta explicó que los cannabinoides en el tetrahidrocannabinol, o THC, como se le conoce a menudo, el químico en la droga que causa el subidón, interactúa con los endocannabinoides en el cerebro. Los endocannabinoides son responsables de determinar la forma en que las células del cerebro interactúan entre sí.
Los cannabinoides en el THC interactúan y alteran los receptores que configuran esas interacciones, que es lo que crea la sensación que tienen las personas cuando consumen la droga. “Si se siente intoxicante, significa que se une a un receptor y cambia tu cerebro. La pregunta es por cuánto tiempo, y ¿aumenta el riesgo de trastornos psiquiátricos?”, se preguntó la experta.
infobae
Según el estudio del doctor Matthew Large, de la University of New South Wales, en Sidney, Australia, y el doctor Michael T. Compton, del centro médico de la George Washington University, las enfermedades psiquiátricas graves que no deberían haber aparecido hasta la adolescencia o la juventud, o que nunca habrían aparecido, están afectando a niños de 12 años que fuman marihuana. Large explicó que el nexo entre la marihuana y las enfermedades mentales graves es más fuerte en los fumadores de entre 12 y 15 años, o aun más pequeños.
“Debemos decirles a las personas que tienen marihuana en el bolsillo que no la compartan con los más jóvenes”, advirtió.
En una extensa nota, The New Yorker se analizó la combinación potencialmente peligrosa entre la escasa ciencia alrededor del cannabis, las modificaciones a la planta que en las décadas recientes aumentaron la concentración de su componente psicoactivo y la ampliación del consumo.
En enero de 2017 un panel de 16 expertos de la Academia Nacional de Medicina publicó un informe de 468 páginas sobre los estudios científicos de la marihuana. Como no contenía anuncios espectaculares, pasó inadvertido. Pero insistía, una y otra vez, en que “una droga sobre la cual los norteamericanos se volvieron entusiastas sigue siendo un misterio”.