viernes, 3 mayo, 2024
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David Jiménez “Cobrate”, extraditado desde RD para cumplir condena en EEUU

Jaime Rincon

David Jesús Jiménez, mejor conocido en el mundo artístico como David “Cobrate”, fue extraditado a Estados Unidos desde República Dominicana para que cumpla una sentencia de casi 8 años de prisión, más tres años de libertad condicional, que le había sido impuesta en Alabama en enero del 2018.

La semana pasada, agentes del Servicio de los Marshal de Estados Unidos, quienes se encargan de ejecutar extradiciones de personas con cuentas pendientes en la justicia de ese país, arrestaron a Cobrate cuando se encontraba en una plaza comercial, siendo conducido a la ciudad de Atlanta, según confirmó una fuente a El Nuevo Diario.

En 2018, Cobrate, quien posee doble nacionalidad, fue encontrado culpable de liderar un esquema de fraude de visas en conjunto con su suegro y un tío; así como conspiración para cometer lavado de dinero y lavado de dinero, por lo que debía cumplir una pena consecutiva de 33 meses de cárcel por cada uno de los tres cargos, seguida de tres años de libertad condicional.

En agosto de 2020, luego de que Cobrate interpusiera un recurso de apelación, la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito de Estados Unidos concluyó que había evidencia suficiente para sustentar la sentencia interpuesta dos años antes en Alabama.

Historia del fraude

Según una nota de prensa de aquel entonces de la Fiscalía del Distrito Sur de Alabama, el tribunal lo condenó por su papel en un plan internacional diseñado para obtener ilegalmente visas tipo EB-1C para ciudadanos chinos, a quienes cobraba aproximadamente 300,000 dólares por cabeza y usaba documentación falsa.

El juicio, que comenzó el 2 de octubre de 2017, se centró en el programa de visa EB-1C, que permite a los propietarios de negocios estadounidenses que tienen una relación comercial calificada con una empresa extranjera solicitar a los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos que un gerente o ejecutivo multinacional extranjera inmigre a los Estados Unidos para administrar el negocio.

El mismo, basado en el empleo, está diseñado para ayudar a las empresas estadounidenses a atraer los mejores talentos extranjeros para ayudar a administrar una asociación comercial conjunta desde los Estados Unidos.

Al obtener una visa EB-1C, el ciudadano extranjero se encuentra en el camino más rápido hacia el estatus de Residente Permanente Legal y en última instancia, la ciudadanía estadounidense, sin la necesidad de pasar por el largo proceso normal del llamado Green Card.

Durante el juicio contra Cobrate, el jurado presentó el testimonio de algunos ciudadanos chinos que pagaron aproximadamente 300 mil dólares para ser beneficieados en el plan de fraude.

A partir de entonces, Jiménez y otros en los Estados Unidos reclutaron dueños de negocios en Alabama, Florida, Mississippi y otros lugares explicándoles que podrían ganar $30,000.00 “patrocinando” una petición de inmigración para un ciudadano chino.

Luego, los dueños de negocios proporcionaron documentación sobre sus empresas a Jiménez y los otros co-conspiradores.

Posteriormente, los co-conspiradores crearon documentación falsa, fraudulenta, falsificada y materialmente engañosa, todo lo cual fue diseñado para dar la apariencia de que la empresa estadounidense tenía una relación calificada con una empresa china a través de una empresa conjunta entre las dos empresas.

Estos documentos fueron proporcionados por Jiménez y sus co-conspiradores a los abogados que presentaron el material fraudulento al USCIS. Sin embargo, ni los empresarios estadounidenses ni los abogados sabían que Jiménez los estaba utilizando como parte de un elaborado plan de fraude.

De acuerdo a los citados documentos, para promover este plan de fraude de visas internacionales, Jiménez y sus cómplices también participaron en un plan internacional de blanqueo de dinero.

Tras las investigaciones, se presentaron pruebas que mostraban cómo los co-conspiradores en China transfirieron grandes sumas de dinero desde sus cuentas bancarias de Hong Kong a cuentas nacionales controladas por Jiménez.

Posteriormente, Jiménez utilizó estos fondos extranjeros para promover el plan de fraude de visas (1) pagando a los otros cómplices con sede en los Estados Unidos, pagando a los propietarios de empresas estadounidenses solicitantes y pagando a los abogados que presentaron la solicitud fraudulenta.

El juicio

El documento continúa diciendo que luego de un juicio de dos semanas, el jurado deliberó durante aproximadamente cuatro horas antes de declarar a Jiménez culpable de conspiración para cometer fraude de visas, conspiración para cometer lavado de dinero y lavado de dinero sustancial.

Antes del juicio de Jiménez, Christopher Allen Dean, residente de Fairhope, se declaró culpable de un cargo de conspiración para cometer fraude de visas en relación con este mismo plan. Dean fue uno de los aproximadamente 40 testigos llamados por Estados Unidos durante su caso principal.

Tras las condenas de Jiménez en el juicio, Richard W. Moore, Fiscal Federal para el Distrito Sur de Alabama, explicó que “esquemas de esta naturaleza son un asalto a nuestro sistema de inmigración que desvía nuestros recursos federales de investigación cuando nos vemos obligados a dedicar tiempo y dinero para desentrañar estos complicados actos criminales. Nuestros socios federales, Investigaciones de Seguridad Nacional y la División Penal del IRS trabajaron incansablemente para descubrir el patrón de actividad del acusado que podría haber pasado desapercibido si no hubiera sido por su excelente trabajo. Además, nuestros fiscales, la primera asistente Donna Dobbins y el fiscal federal adjunto Chris Bodnar, presentaron un caso convincente al jurado y estoy particularmente satisfecho con la forma en que representaron los intereses de los Estados Unidos en este asunto”.

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