El presidente Joe Biden dijo que las conversaciones sobre el presupuesto para evitar un impago catastrófico de EE.UU. están avanzando y que los negociadores sabrán más en los próximos días.
“Todavía no hemos llegado al punto decisivo, pero hay un debate real sobre algunos cambios que todos podríamos hacer“, dijo Biden a los periodistas el sábado antes de embarcar en el Air Force One. “Pero aún no hemos llegado a ese punto”.
Las conversaciones sobre el presupuesto entre el personal de la Casa Blanca y los asesores de los líderes del Congreso continuaron durante el fin de semana después de que una reunión prevista para el viernes con Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se retrasara hasta la próxima semana en lo que cada parte dijo que era una señal de progreso.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido de que el Tesoro se quedará sin dinero tan pronto como el 1 de junio o en las semanas posteriores.
El Tesoro dijo el viernes que tenía sólo US$88.000 millones de medidas extraordinarias para ayudar a mantener las facturas del gobierno pagadas a partir del 10 de mayo. Esta cifra es inferior a los US$110.000 millones de la semana anterior y significa que sólo queda disponible una cuarta parte de los US$333.000 millones de medidas autorizadas para evitar que el país se quede sin margen de endeudamiento bajo el límite de deuda legal.
Yellen pondrá al día al Congreso sobre lo cerca que está EE.UU. de incumplir sus obligaciones financieras en las próximas dos semanas y defendió el fuerte aumento de la emisión de deuda bajo la administración Biden.
“No quiero ser específica sobre cuándo haremos las actualizaciones, cuando creamos que tenemos más información, pero ciertamente en las próximas dos semanas“, dijo Yellen el sábado en una entrevista con Bloomberg News en Niigata, Japón.
Un día después de que la Oficina Presupuestaria del Congreso actualizara sus previsiones de que la deuda de EE.UU. alcanzará el 119% del producto interior bruto en 2033, la cifra más alta de la historia de EE.UU., la responsable del Tesoro respondió a las preocupaciones sobre el nivel de endeudamiento federal.
“Propusimos una reducción del déficit de US$3 billones en 10 años, y yo diría que la senda fiscal de nuestro presupuesto es razonable”, declaró Yellen. Reconoció que el nivel de deuda podría plantear problemas, especialmente si los tipos de interés se mantienen elevados a largo plazo.
Yellen habló al término de tres días de conversaciones con los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de los países del Grupo de los Siete. Mientras los funcionarios discutían planes para cambiar las cadenas de suministro mundiales, sanciones contra Rusia y otros temas, Yellen fue continuamente preguntada por los medios de comunicación y sus homólogos sobre la crisis que se cierne sobre EE.UU.
En una entrevista con Bloomberg Television el viernes, dijo que EE.UU. se vería obligado a incumplir algunas obligaciones si el Congreso no eleva el techo de la deuda a tiempo. Dijo que aún no se había presentado a Biden ningún plan sobre si dar prioridad a unos pagos sobre otros o cómo hacerlo, y que la única solución buena es elevar el tope.
“Tenemos que incumplir alguna obligación, ya sea con los bonos del Tesoro o con los pagos a los beneficiarios de la Seguridad Social”, dijo en la entrevista del viernes. “Es algo que Estados Unidos no ha hecho desde 1789. Y no deberíamos empezar ahora. Así que no hemos discutido qué hacer”.
En la entrevista del sábado, Yellen puso notas de cautela, no sólo por el enfrentamiento sobre el techo de la deuda, sino también por la subida de los tipos de interés y el deterioro del sector inmobiliario comercial.
“Mi sensación es que las normas de préstamo han sido relativamente conservadoras en los bancos”, dijo sobre los préstamos a los agentes inmobiliarios comerciales. “Pero, por otro lado, la pandemia ha provocado una enorme conmoción en la demanda de espacio de oficinas y los tipos de interés han subido“.
Dijo que esperaba que los reguladores examinaran “muy cuidadosamente” la exposición de los bancos al sector, tarea que también “forma parte de la supervisión en curso”. Y añadió: “No creo que sea un riesgo para la estabilidad financiera de grandes dimensiones”.
