Los líderes de la OTAN elevarán su relación política con Ucrania en su cumbre de Vilna el 11 y 12 de julio e incrementarán su apoyo militar para que pueda ganar la guerra a Rusia, pero no le plantearán todavía la invitación a convertirse en miembro del club transatlántico, lo que le garantizaría la respuesta conjunta de toda la Alianza en caso de ataque.
“Confío en que encontraremos una forma unida de avanzar y de abordar las aspiraciones de adhesión de Ucrania”, resumió la semana pasada en una rueda de prensa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien reconoció que los aliados siguen consultando cuidadosamente la redacción de la declaración de la cumbre, en la que se espera un paquete de medidas de respaldo a Kiev.
PUERTAS ABIERTAS
En su cumbre de Bucarest de 2008, la OTAN afirmó que tanto Ucrania como Georgia se convertirían en miembros de la Alianza en el futuro, cuando estuvieran preparados para ello y los aliados así lo decidieran por unanimidad.
Es la política de “puertas abiertas” de la OTAN, que contempla incluso la asimilación de países de la antigua esfera soviética, lo que enfurece a Rusia, que ve su tradicional área de influencia amenazada.
La guerra de agresión lanzada por Moscú contra Ucrania en febrero de 2022 aceleró la petición formal de Kiev de formar parte de la Alianza, pero analistas como Bruno Lété, del centro de estudios German Marshall Fund, explicó a EFE que, si bien la membresía de la OTAN es la “guinda del pastel”, el Gobierno ucraniano es “realista” sobre lo que puede conseguir en pleno conflicto.
Así, pese a que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha hecho gran presión por avanzar cuanto antes en ese objetivo, también ha reconocido que mientras siga la guerra con Rusia será imposible lograrlo.
No obstante, en la cumbre de Vilna, a la que se espera que acuda en persona, exigirá medidas fuertes de apoyo de los aliados, que siguen enfrascados en calibrar una respuesta que colme las aspiraciones de Ucrania sin poner aún una fecha de ingreso.
Además de “bonitos mensajes políticos”, Kiev espera que “los aliados se comprometan a ayudarle a ganar la guerra; en ese contexto, la membresía puede esperar”, apuntó a EFE Lété.
Sin embargo, Zelenski ha insistido en que quiere una señal muy clara durante la cumbre de Vilna con respecto a que Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN tras la guerra.
ELEVAR EL APOYO MILITAR Y LA RELACIÓN POLÍTICA
“La tarea más urgente es garantizar que Ucrania reciba suficientes donaciones, apoyo militar, para que el presidente (ruso, Vladímir) Putin no gane y Ucrania prevalezca como nación soberana e independiente”, razona Stoltenberg.
Aunque la OTAN como organización solo está dando a Ucrania apoyo no letal, sus miembros a título individual y especialmente en el marco del “Grupo de Contacto” encabezado por Estados Unidos le están enviando armamento y munición cada vez más avanzados para que pueda defenderse con más garantías y recuperar el terreno ocupado por las fuerzas rusas.
“Apoyaremos a Ucrania para que avance y se acerque a la OTAN, en parte ampliando nuestra cooperación práctica, ayudándoles a ser plenamente interoperables con la OTAN”, dice Stoltenberg, para lo que los líderes aliados darán luz verde a un programa plurianual para la transición de los equipos y procedimientos de era soviética a los estándares de la OTAN.
Según Lété, los aliados pueden ofrecer a Ucrania un modelo de seguridad como el que Estados Unidos da a Israel, incrementando la entrega de armas y tecnología.
Por otra parte, los líderes aliados acordarán en Vilna elevar las relaciones políticas con Kiev mediante la creación de un Consejo OTAN-Ucrania, una plataforma de diálogo directo en el que “Ucrania podrá convocar a los aliados en caso de emergencia”, destacó el experto del German Marshall Fund.
DIVISIÓN DE OPINIONES
En cualquier caso, la integración de Ucrania en la OTAN solo será posible cuando haya unanimidad entre los aliados y Stoltenberg ha reconocido que hay diferencia de puntos de vista.
En la Alianza hay unidad en el apoyo a Ucrania, pero no hay un acuerdo general en cuanto a la membresía, con dos grupos de países diferenciados, apuntó Lété.
Por una parte, quien piensa que si Ucrania entra en la OTAN aumentará la seguridad de Europa y, por otra, quien por el contrario cree que será “un problema” porque, si Rusia vuelve a atacar, se activará el artículo 5 de la defensa colectiva y «habrá que ir a la guerra”, según el experto.
En su opinión, el propio presidente de EE. UU., Joe Biden, también tiene dudas al respecto.
Entre tanto, algunos aliados han ofrecido garantías de seguridad bilaterales a Ucrania fuera del contexto de la OTAN que Lété cree deben centrarse en aumentar el envío de armas sin contemplar el despliegue de tropas.