Un obispo y dos sacerdotes responden a las críticas que hizo el Departamento de Estado de los Estados Unidos, al declarar que el Estado dominicano privilegia a la iglesia católica respecto a otros grupos religiosos, lo que para los católicos es una injerencia de las autoridades estadounidenses y les dicen que lo que se cumple es un acuerdo entre dos Estados: entre el Estado dominicano y el Concordato con la Santa Sede.
Jesús Castro Marte, obispo de la diócesis de La Altagracia, calificó de injerencia que el comunicado del Departamento de Estado critique el Concordato de 1954, y que señale como privilegios financiación de los gastos de la iglesia, olvidando la cantidad de obras sociales que realiza la iglesia católica.
Expresó que la asistencia social y la promoción humana son un pilar de la identidad católica en la República Dominicana. Dijo que el servicio en la construcción de la sociedad y la gestación de una nueva ciudadanía, hacen de la iglesia un agente clave para la participación democrática, con una labor en más mil escuelas, colegios, politécnicos, centros técnico-profesionales; 10 universidades y 175 centros médicos de primer nivel.
Al respecto, Domingo Vásquez, el párroco de la iglesia Santiago Nolasco del sector Los Mameyes, en Santo Domingo Este, defendió el Concordato con la Santa Sede. Plantó que fue la primera Constitución dominicana la que eligió al catolicismo religión oficial. El padre Manuel Ruiz dijo que es falso que la iglesia católica tenga privilegios sobre otras iglesias.